Che y la banca, en el entretejido de inicios de la Revolución
Tomado de Tatiana Martínez Hernández*
Acto de nombramiento del Che como Presidente del Banco Nacional de Cuba. A su izquierda Felipe Pasos, Presidente saliente del Banco, y a su derecha, Cepero Bonilla y Regino Botti. 26 de noviembre de 1959.
El 26 de noviembre de 1959, Ernesto Che Guevara toma posesión de la Presidencia del Banco Nacional de Cuba (BNC), fecha propuesta y aprobada por el Congreso Constitutivo de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC), para celebrar el Día del Economista.
Es parte de la leyenda su ofrecimiento voluntario para presidente del BNC, cuando durante una extensa reunión del Consejo de Ministros a altas horas de la noche, Fidel había solicitado un buen economista y, medio dormido, Che levantó su mano porque creyó entender que necesitaba un buen comunista.
Al conocerse la designación del médico argentino, se destapó una espectacular propaganda contrarrevolucionaria y algunos sectores retiraron masivamente sus depósitos bancarios. En un discurso pronunciado en el acto de apertura de la Primera Plenaria Revolucionaria de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros, nuestro líder histórico explica:
“Che fue allí precisamente a fortalecer nuestro esfuerzo para defender nuestra economía y defender nuestra reserva… a impedir que se vayan las divisas, y para que el parque que tenemos en divisas, pues se invierta correctamente”.
En su etapa de guerrillero en la Sierra Maestra, desarrolló la minindustria manufacturera y, semanas antes de su nombramiento, había asumido la jefatura del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA).
El banco era clave para las tareas de industrialización, el comercio y la industria azucarera. Se hacía inminente realizar profundos ajustes en el papel y carácter de las instituciones financieras en la etapa previa a la planificación socialista para enfrentar la rápida fuga de capitales que Estados Unidos alentaba.
En una entrevista concedida a esta autora, Salvador Vilaseca explica que a los ocho días de la toma de posesión, “(…) Che dictó una serie de medidas para evitar la fuga de divisas en aeropuertos, muelles, aduanas y bancos extranjeros que todavía existían. Estas medidas surtieron efecto y pudimos contar con dólares”.
Al amparo de la Ley No. 851, se firma la Resolución No. 2 del 17 de septiembre de 1960 y, bajo su dirección, se nacionalizan los bancos norteamericanos con todas sus sucursales y dependencias en nuestro país. El 13 de octubre, fecha en que celebramos el Día del trabajador bancario, es aprobada la Ley No. 891 y nacionalizadas 890 bancas extranjeras.
Antes de asumir la dirección del Ministerio de Industrias, Che dejó todo preparado para el canje de la moneda. El cambio de los billetes de banco fue una acción necesaria para recobrar el control del dinero en circulación, detener la fuga de capitales y eliminar la fuente de financiamiento de la contrarrevolución.
El proceso del cambio de la moneda fue organizado con tan perfecta discreción y eficacia, que la Agencia Central de Inteligencia y los enemigos internos sólo lo conocieron a través de la prensa y no pudieron tomar ninguna medida de protección.
Vilaseca explica que “en el viaje que hizo en el mes de octubre-noviembre de 1960 pasó por Checoslovaquia. Allí ordenó hacer los nuevos billetes. Llevó los proyectos, dibujos y firmó los billetes. Ese fue el secreto que se guardó por muchos años aquí”.
En poco más de 10 meses activo en su cargo, Che introdujo las licencias de importación-exportación, retiró de Estados Unidos las reservas de oro del país, apartó a Cuba de las instituciones financieras internacionales dominadas por Washington y supervisó el establecimiento de una institución de planificación para dirigir el comercio con los países socialistas.
Eran los inicios de una revolución triunfante, donde a galope sucedían hechos trascendentales que cambiaban el curso de la historia. En esa efervescencia revolucionaria, Che participó en las acciones más importantes de la nueva nación.
En el período que preside el BNC los trabajadores entregan de voluntariamente el 4 % de su salario para la industrialización del país, se produce el vil sabotaje de La Coubre, y al día siguiente, el 5 de marzo de 1960, en el sepelio de las víctimas, Korda lo inmortaliza en la foto que le ha dado más vueltas al mundo.
Estados Unidos ordena la reducción de 700 mil toneladas de azúcar de la cuota acordada para comprar a Cuba y el 19 de octubre decreta un bloqueo parcial de comercio contra la Isla. Che realiza discursos, participa en reuniones, actos, ciclos de conferencias, (del Banco, de Salud Pública, en la Televisión), recibe el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía en la Universidad Central de Las Villas, colabora en la redacción de la Declaración de La Habana y, bajo su iniciativa y liderazgo, se crea el Trabajo Voluntario como pertinaz formador de conciencia.
Es muy difícil resumir en cuartillas tan gigantesca obra. Che fue, ante todo, un revolucionario, un dirigente político excepcional. Sus enseñanzas y su ejemplo nos deben convocar en el diario cumplimiento del deber.
* Tatiana Martínez Hernández es integrante de la Cátedra Che Guevara de la ANEC. Periodista, investigadora y profesora de la CUJAE.